Por UN-GLS
La Cumbre de los pueblos, actor innovador de Rio+20 Desde el 15 de junio, la Cumbre de los Pueblos de Rio+20 reunió a más de miles de participantes de la sociedad civil y de movimientos sociales de todo el mundo en “Altero do Flamengo” – un parque en el centro de la ciudad de Rio de Janeiro – para articular los análisis y proposiciones alternativas e innovadoras a las proposiciones oficiales de la Conferencia de Rio+20, llevándose a cabo a 35 km de la ciudad en Barra de Tijuca.
La motivación para organizar una “Cumbre” de los Pueblos (opuesta a un foro convencional de la sociedad civil) se deriva de la desilusión generalizada de las capacidades de los gobiernos y del sistema multilateral de implementar los acuerdos logrados durante la Cumbre para la Tierra en 1992 – como lo muestra el deterioro continuo del medio ambiente, las múltiples crisis y el aumento de las desigualdades estas últimas décadas. Por una combinación de actividades auto gestionadas, de plenarias temáticas y de asambleas de los pueblos, la Cumbre tiene como objetivo de convergir tres principales ejes estratégicos:
- 1. Las causas estructurales y falsas soluciones
- 2. Nuestras soluciones
- 3. La agenda para las futuras campañas y luchas
Los temas principales discutidos durante las sesiones plenarias cubrieron 1) el derecho a la justicia social y ambiental. 2) la defensa de los bienes comunes contra la mercantilización; 3) la soberanía alimentaria; 4) la energía y las industrias mineras; y 5) el trabajo: para una economía diferente y nuevos paradigmas para la sociedad.
Los resultados de las deliberaciones de la Cumbre fueron presentados al Secretario General de la ONU Conferencia oficial de Rio+20 por una delegación de la Cumbre de los Pueblos, el 22 de junio. Para acceder a la Declaración Final de la Cumbre, haga clic aquí.
El dialogo abierto entre Achim Steiner, Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el medioambiente (PNUMA), y los representantes de la Cumbre de los Pueblos alrededor de la “economía verde” – uno de los temas mayores de la Conferencia oficial de Rio+20 – fue un momento fuerte de la Cumbre. El dialogo, negociado con los organizadores de la Cumbre y el SENG, fue una oportunidad para un intercambio sincero sobre uno de los temas más controversiales de las dos cumbres, bajo una carpa reuniendo a un poco más de 800 participantes con poca anticipación.
Durante la declaración de apertura, la activista brasilera y organizadora de la Cumbre, Fátima Mello, subrayó que “la Cumbre de los Pueblos critica la economía verde, porque nosotros somos los que debemos sufrir las consecuencias de la crisis del capitalismo y sus modelos de producción. Más la situación se empeora, más nuestros derechos son socavados”. El Sr. Steiner escuchó las criticas y perspectivas de representantes de los pueblos indígenas, de agricultores, de trabajadores, de movimientos medioambientales, de personas de color y otras ONG sobre lo que ellos percibían como una agenda para reforzar el insostenible modelo económico actual, creando nuevas fuentes de lucro y de explotación por la mercantilización y la financiarización de la naturaleza y de la vida.
El Director Ejecutivo del PNUE expresó su sorpresa sobre las críticas de la economía verde que – como lo dijo – fue concebida como una “transformación mayor del modelo actual de producción y de consumo, con el objetivo de luchar contra la polución y la escasez de los recursos naturales”. Las críticas asumen una perpetuación del modelo actual, que el PNUMA también denuncia ya que es la causa de la destrucción catastrófica del medio ambiente como lo constatamos hoy en día.
Afirma que la economía verde debería confrontar y comprometer el sistema económico que domina la agenda política en todos los países del mundo. No es porque encontramos el término “economía” en “economía verde” que nos referimos necesariamente a la economía capitalista actual. “Dar un valor económico a los ecosistemas puede ayudar a los gobiernos a comprender mejor que son esenciales y que hay que preservarlos. Por ejemplo, el valor de la selva amazónica es mucho más elevado que el valor de la madera que se puede extraer”, dijo el Director Ejecutivo del PNUE. Explicó como la selva amazónica tiene un papel esencial en la regulación de los sistemas de flujo de agua para el continente entero. Atribuir un valor monetario a los ecosistemas en las cuentas nacionales no quiere decir que este valor será transformado en activos privados para ser comprados y revendidos. “En realidad, diría que…a lo mejor el efecto contrario ocurriría: crearíamos leyes protectoras de la naturaleza, aumentaríamos las zonas protegidas; dejaríamos que los pueblos indígenas gestiones sus tierras y sus reservas y tendríamos leyes y criterios para que el sector privado y las empresas hagan sus negocios de una manera no destructiva”.
Durante la segunda vuelta de comentarios, un participante, Pat Mooney de ETC Group, argumentó que el PNUMA [como uno de los principales instigadores del concepto de economía verde] tiene que ser su mensajero, pero “no puede controlar lo que se hace con vuestro mensaje”. Dio ejemplos de los planes explícitos de empresas multinacionales que proveen un control privado de la biomasa de la Tierra. Sostuvo que la agenda de la economía verde, promovida por la Conferencia de Rio+20, le deja su implementación al sector privado por la financiaizacion y contando con el progreso tecnológico. “La crisis en la que nos encontramos fue llevada por intereses financieros y la promoción de tecnologías peligrosas” como la industria nuclear y las culturas transgénicas. “Y ahora le preguntamos a los responsables de esta situación de encontrar soluciones sobre este desorden”. En efecto, según él Sr. Mooney, la financiarización y las soluciones tecnológicas rápidas están remplazando una política pública responsable.
Pablo Solón, Director Ejecutivo de la organización “Focus on the Global South” y ex embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, insistió en el hecho que es difícil creer que un valor monetario a la naturaleza dejara con su inclusión en las cuentas nacionales. “El objetivo de la economía verde es más claro: cuando el capitalismo asigna un valor monetario al ecosistema y a la biodiversidad, no es solo para colocarlo en las cuentas nacionales pero para introducirlas en el mercado”. Haciendo referencia a los millones de dólares atribuidos por el PNUMA y otras instituciones al costo de la transición hacia una economía verde, declaró: “los gobiernos dicen que no tienen más plata por causa de la crisis, y muchos de ellos presionan para que estos financiamientos vengan del sector privado. ¿En qué esto no es la mercantilización/financiarizacion de la naturaleza?”. El Sr. Solón propuso entonces un impuesto sobre las transacciones financieras que produciría un aumento de los ingresos necesarios como una alternativa a la agenda de la financiarización.
Juan Herrero, del movimiento de base de los agricultores del mundo La Vía Campesina, afirma que las alternativas desarrolladas por la Cumbre de los Pueblos siguen una “lógica muy diferente” que la de la Conferencia oficial de Rio+20. Entonces, las alternativas son construidas sobre una economía “popular, social y solidaria” más que sobre los beneficios (véase a continuación).
Achim Steiner expresó su gratitud por esta oportunidad de – al menos por un breve momento – conectar las dos cumbres. Dijo que comprendía y compartía la frustración de los pueblos sobre la manera en la que las negociaciones se llevaron a cabo durante la Conferencia de Rio+20. “Pero quiero asegurarles que – así les parezca increíble – hay gente dentro de las Naciones Unidas y en el proceso oficial que le dan una verdadera importancia y oyen atentamente lo que se dice en la Cumbre de los Pueblos ». Articular las alternativas de los pueblos: la economía social y solidaria
Entre las diferentes ideas para desarrollar las vías hacia el desarrollo sostenible presentadas durante la Cumbre de los Pueblos, aparece un movimiento para una “economía social y solidaria” (ESS) construida sobre valores de cooperación, complementariedad, comparto, apoyo mutuo, los derechos humanos y un control democrático sobre las decisiones y recursos económicos.
Varios talleres de trabajo de la Cumbre dieron ejemplos entre las diferentes iniciativas existentes en el terreno – sobre todo en Brasil – de nuevas formas para promover relaciones económicas que se puedan juntar a objetivos sociales y medioambientales. Estos incluyen la creación de bancos comunitarios que crean sus propias monedas para apoyar las actividades de empresas locales para asegurar que las ganancias generadas dentro de la comunidad queden dentro del territorio local, sean compartidas de manera justa, creen “efectos multiplicadores” por una circulación mas rápida de la moneda oficial y puedan ser reinvertidas en proyectos creadores de empleo.
Los promotores argumentan que la mejor estrategia para los pobres y los excluidos no es de comenzar con pedidos políticos a los Estados (por ejemplo, para servicios de base como el acceso a la viviendo, al agua y a instalaciones sanitarias), pero de construir su propia economía autónoma de base, que los pone en una posición más dominante para presentar sus exigencias a las autoridades nacionales.
Un líder de una comunidad brasilera declaro que los bancos de comunidades locales, además de asegurar monedas complementarias, pueden también servir de base para el desarrollo de nuevos movimientos sociales a toda escala territorial, valorizando la actividad no reconocida por la economía dominante.
Un evento paralelo sobre la ESS se llevó a cabo el 19 de junio en las primicias de la Conferencia oficial de Rio+20 y permitió otro “momento” de conexión entre las dos cumbres. Los participantes de la Cumbre de los Pueblos, miembros del RIPESS (Red intercontinental para la promoción de la ESS), de representantes de los gobiernos, incluido el ministro francés de la ESS Benoît Hamon, de representantes de Rencontres du Mont Blanc (Encuentros del Monte Blanco), que habían redactado un texto de definición de la ESS, trataron (sin suceso) de incluir la ESS en el documento final de la Conferencia de Rio+20. Los representantes de Rencontres du Mont Blanc organizaron un evento paralelo dándole la palabra al ministro brasilero para la ESS, Paul Singer, que notó que el modelo económico actual conlleva efectos desastrosos incluso para los países desarrollados. “La Historia vuelve hacia atrás: el hecho que los Estados de la Unión Europea estén en déficit es suficiente para hacerle pagar el precio a los miembros más pobres de sus populaciones y borrar décadas de éxitos sociales ganados con importantes luchas” dijo. “Más que una crisis económica y social, es una grave crisis política…Los jóvenes comprendieron que esta sobreconcetracion de riquezas y de capital debe terminar y por eso se revoltan…Es nuestro deber apoyarlos en su lucha”.
Ben Quiñones del Foro para la Economía Solidaria en Asia, basado en las Filipinas, y presidente de RIPESS, subrayó que la ESS es una realidad que se desarrolla bien así no reciba la visibilidad suficiente en los debates principales sobre el desarrollo. Se desarrolló mucho más en América Latina, pero comienza a agrandarse también en algunas partes de Asia. Por ejemplo, por partenariados de comercio justo entre las redes de pequeños agricultores y cooperativas, producción biológica, financiamiento ético y la utilización de monedas complementarias. La describió como un movimiento que viene de la base de la sociedad para llegar al nivel internacional y está fuertemente arraigado en los valores del “Buen Vivir” (bien estar, relaciones harmoniosas con los otros seres humanos y la naturaleza), y los derechos humanos.
Dania Quirola, Consejera del Ministro de la Planificación y del Desarrollo en Ecuador, explicó que el hecho de incluir el “Buen Vivir” y la ESS en la nueva Constitución ecuatoriana es solo el primer paso de lo que describió como una “revolución ciudadana” que se está llevando a cabo en su país. Hoy en día estos enfoques son integrados en la planificación para el desarrollo por medio de diferentes políticas que incluyen nuevas regulaciones sobre las inversiones extranjeras directas para asegurar que un más amplio número de beneficios sea invertido en el país, las adquisiciones públicas (compras gubernamentales) de pequeños agricultores, sobre todo para programas alimentarios y de nutrición, y de políticas para construir capacidades de pequeños productores y para la promoción del trabajo decente.
Benoît Hamon, ministro francés de la ESS (que hace parte del Ministerio de la Finanza) argumentó que el bajo nivel de participación a las elecciones se explica al hecho que los jóvenes tienen el sentimiento que la democracia ya no funciona – que sean de un partido político de derecha o de izquierda “se les dijo que existe un solo modelo económico y que no hay espacio para opciones económicas democráticas”.
Sostuvo que la ESS brinda un ejemplo de implementación de una economía alternativa que funciona (“hasta resistió mejor a la crisis que el sistema económico convencional”) y puede volverse un espacio para que las personas se “reapropien de sus opciones económicas”. Anunció pasos concretos que su gobierno emprenderá para promover la ESS, facilitando la conversión en cooperativas de empresas en dificultad, de nuevos instrumentos de financiamientos orientados (incluidos en los fondos provenientes de un banco público de inversiones); el desarrollo de una ley para identificar la ESS…
Describió la ESS como el “tercer sector” de la economía francesa, entre el sector público y privado, y expresó su admiración por países como Ecuador, Bolivia y Venezuela por haber decido de incluir la ESS en sus legislaciones y constituciones así como por Brasil donde el sector se desarrollo ampliamente.
Anunció que el gobierno francés iba a apoyar esta idea, no solo con sus homólogos europeos, pero también al interior de instituciones internacionales, por medio de alianzas estratégicas con países que tengan vistas similares u organizaciones de la sociedad civil. Esta alianza comenzara por una estrategia franco-latinoamericana para hacer de la ESS una alternativa al modelo económico neoliberal promovido por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.