Publicado en Adital.
En la mañana de este miércoles (20), las actividades de la Cumbre de los Pueblos en el Aterro do Flamengo (RJ) fueron interrumpidas para dar espacio al Día de Movilización Global, cuando todos los/las participantes fueron a las calles a presentar sus demandas a los Jefes de Estado que ya se encuentran en la ciudad para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, la Río+20.
Además de realizarse en Río de Janeiro, el día de movilización también se está realizando en diversos países como Perú, Venezuela, Cuba, Guatemala, Estados Unidos, España, Portugal, Uruguay, Argentina, Francia, Alemania y Austria.
El día de movilización comenzó esta mañana con una marcha en la Vila Autódromo, en Jacarepaguá, Zona Oeste de Río de Janeiro. La manifestación fue una forma de mostrar solidaridad con la lucha de la población de la Vila, que corre el serio riesgo de ser desalojada para dar espacio a obras para las Olimpíadas de 2016.
Por la tarde, alrededor de las 14h, la concentración comenzó a cambiar su dirección. Los/las manifestantes siguieron hacia la Avenida Río Branco y Presidente Vargas, para la gran marcha en Defensa de los Bienes Comunes y Contra la Mercantilización de la Vida.
La movilización reunió a movimientos, organizaciones, colectivos y frentes de mujeres, jóvenes, trabajadores, además de ambientalistas, religiosos, indígenas, funcionarios públicos, estudiantes, activistas por la libertad de comunicación, quilombolas y una gama de personas dispuestas a decir ‘no’ al capitalismo, al racismo, a la venta desenfrenada de armas, al machismo, a los agrotóxicos, a la economía verde y repudiar todas las promesas no cumplidas en la “Río menos 20”, como vino siendo llamada la Conferencia de las Naciones Unidas.
Por otro lado, los manifestantes también usaron la marcha de más de dos kilómetros para decir ‘sí’ a la preservación ambiental, al respeto a la Madre Tierra, a la política nacional de medio ambiente, al derecho de los pueblos indígenas de ser consultados sobre las intervenciones en sus tierras tradicionales, al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, a la agroecología, al Buen Vivir y al consumo consciente.
Con carteles, pancartas, un trío eléctrico, pinturas en el rostro o disfraces de Dilma Rousseff y de la senadora Kátia Abreu, cada grupo buscó una manera de llamar la atención. La ONG World Future Council llevó a la marcha el ‘tanque de pan’ para recordar que muchos millones se gastan anualmente en armamentos mientras que miles de personas mueren de hambre. Los indígenas Xavante, buscando llamar la atención sobre la urgencia en la desintrusión de sus tierras, esbozaron una ceremonia y cargaron en sus espaldas un tronco de árbol.
Según estima la Policía Militar de Río de Janeiro, cerca de 10 mil personas se concentraron en las calles del Centro de la ciudad, en el día en que comenzó oficialmente la Río+20. La acción fue una forma de decir a coro cuán decepcionada está la población mundial por el documento que llegó a las manos de los Jefes de Estado, que deberá ser el objetivo de las políticas ambientales internacionales para los próximos años.
Los objetivos oficiales de esta marcha se concentran en cuatro pilares, que son: exponer y denunciar las causas estructurales de la crisis y las falsas soluciones que sus creadores quieren imponernos para refundar el capitalismo; promover las soluciones reales de los pueblos para erradicar la injusticia social, económica y ambiental; visibilizar las luchas de los pueblos contra el avance del capital en todos los territorios, en el campo, en la ciudad, en las zonas costeras y en todos los lugares; y avanzar en la articulación de esas luchas para progresar en la construcción del poder popular.